Las pinturas más famosas del mundo no tienen por qué ser las mejores pinturas de la historia del arte, sino aquellas pinturas que se han convertido con el paso del tiempo en iconos culturales. Son imágenes muy populares, fácilmente reconocibles, reproducidas, homenajeadas y parodiadas hasta la saciedad.
Obras mediáticas capaces de atraer hordas de turistas y de vender millones de souvenirs. Su fama y su capacidad de generar dinero están íntimamente relacionadas, por lo que existen unos intereses económicos
1. El beso
Österreichische Galerie Belvedere, Viena.
El caso de Gustav Klimt es un tanto excepcional ya que su peso e influencia en la historia del arte no es tan destacada como la de otros artistas mencionados en la lista; sin embargo El beso es una de pinturas más reconocibles, uno de los iconos del movimiento Art Nouveau, una de las obras que más merchandising vende y la principal causa de que muchas personas admitan que Klimt es uno de sus pintores favoritos.
2. La persistencia de la memoria / Los relojes blandos
© Salvador Dalí, Fundació Gala-Salvador Dalí
Los relojes blandos de Salvador Dalí son tan famosos como su bigote o su reputación de artista extravagante. Entre las referencias que ha suscitado destacan una multitud de objetos de diseño. Sus reproducciones están tan extendidas y fijadas en la memoria de la cultura popular que la mayoría de las personas se lleva una sorpresa al ver La persistencia de la memoria por primera vez en persona y comprobar que el cuadro apenas mide 24 x 33 cm.
3. La familia de Felipe IV / Las meninas
Museo del Prado, Madrid
Las meninas está considerada por los expertos una de las pinturas más importantes de la historia del arte. Obra maestra de Diego Velázquez, el pintor de pintores, a la que han homenajeado muchísimos artistas. El cuadro es de mediados del siglo XVII, pero su fama no se disparó hasta la apertura del Museo del Prado al público siglo y medio más tarde.
4. Jarrón con quince girasoles
Museo Van Gogh, Amsterdam
Más que una obra en particular, que también, es muy famosa la serie de cuadros de girasoles de Vincent van Gogh: tres con quince girasoles y dos con doce. El pico de su fama lo alcanzó a finales de los años ochenta, principios de los noventa, cuando un japonés compró una de las versiones de Jarrón con quince girasoles pero el precio más alto pagado hasta entonces en una subasta. Tras la compra y durante un par de años fue fuente de varias controversias.
5. El grito
Galería Nacional de Oslo (Noruega)
Edvard Munch pintó cuatro versiones similares de El grito, siendo la más reproducida y por lo tanto conocida la realizada con óleo, temple y pastel sobre cartón y expuesta en la Galería Nacional de Oslo. Además de ser una de las obras más importantes del Expresionismo, ha obtenido una notable repercusión mediática en varias ocasiones como por ejemplo cuando dos de sus versiones fueron robadas de museos distintos y cuando en mayo del 2012 se convirtió en la obra más cara vendida de una subasta
6. Guernica
El cuadro fue encargado a Pablo Picasso por el Gobierno de la República Española para ser exhibido en la Exposición Internacional de 1973 en París. Con la imposición del régimen del dictador Francisco Franco en los años cuarenta, Picasso cedió la pintura temporalmente al Museo de Arte Moderno de Nueva York con la condición de ser devuelto a España cuando se instaurase de nuevo la democracia. Además de por su valor artístico, el Guernica es tan famoso por haberse convertido en un símbolo de los horrores de la guerra en el siglo XX.
7. La creación de Adán
Capilla Sixtina, Vaticano.
La creación de Adán es el fresco más conocido de las pinturas realizadas por
Miguel Ángel Buonarroti en la Capilla Sixtina. Otra obra tan reproducida y asimilada por la cultura popular que sorprende cuando se ve por primera vez en su contexto rodeada de otros tantos frescos que ilustran fragmentos de la Biblia. El gesto de aproximación entre las manos de Dios y Adán es tan reconocible que existen multitud de referencias y parodias de la escena.